MurióThiago Correa, tras haber recibido un balazo en la cabeza durante un tiroteo en Ciudad Evita
Thiago Correa: Una víctima más de la violencia y el abandono estatal
Por Radio Murmullo
San Justo, junio de 2025
El viernes 6 de junio se confirmó una noticia que nadie quería escuchar: Thiago Correa, de apenas 7 años, murió tras haber recibido un balazo en la cabeza durante un tiroteo en Ciudad Evita. Thiago estaba sobre los hombros de su papá, esperando el colectivo, cuando una bala —producto de un enfrentamiento entre un policía federal y presuntos delincuentes— le atravesó la vida.
Su crimen no fue cometido por odio. No fue premeditado. Fue peor: fue producto del caos estructural que atraviesa a la provincia de Buenos Aires, donde la inseguridad, la violencia armada, la falta de presencia estatal y un sistema de salud colapsado se combinan para devorar la vida de los más vulnerables.
🛑 Inseguridad: un infierno cotidiano
Ciudad Evita, como tantas otras localidades del conurbano bonaerense, es un mapa de la desprotección. Los robos, las entraderas, los arrebatos y los tiroteos ya no son excepciones: son rutina. Cada día, miles de vecinos conviven con la incertidumbre de si volverán con vida a sus hogares.
Thiago y su familia no hacían nada más que esperar el colectivo. El policía, fuera de servicio, fue abordado por delincuentes. Respondió a los tiros. Una bala perdida, esa figura maldita que se repite una y otra vez en nuestro país, le atravesó el cráneo al niño.
La pregunta que todos nos hacemos es:
¿Por qué un policía debe andar armado fuera de servicio en una parada de colectivo?
¿Por qué un niño puede recibir un disparo en la cabeza a metros de su casa y a nadie parece sorprenderle ya?
¿Qué nivel de descomposición social toleramos antes de decir “basta”?
🏥 El hospital sin médicos: un crimen del Estado
Tras recibir el impacto, Thiago fue trasladado de urgencia al Hospital Balestrini, en San Justo. Pero el horror no terminó allí. Según el relato de su familia, el hospital no contaba con neurocirujanos de guardia. Sí, en pleno 2025, en un hospital público del corazón del conurbano, un niño con una bala en el cráneo no pudo ser operado porque no había profesionales disponibles.
El padre de Thiago contó con desesperación: “Estuve más de tres horas esperando a que llegara alguien que pudiera atenderlo. Nadie. Mi hijo agonizaba y no había un médico”.
No se trata de una falla aislada. Es el resultado de años de abandono, de recortes, de corrupción y de políticas públicas desarticuladas, donde lo humano quedó relegado frente a la burocracia y el negocio.
El sistema de salud bonaerense está roto. Y esa ruptura se paga con sangre, con vidas inocentes, con el llanto desgarrador de una madre que despide a su hijo en una sala vacía de médicos.
💔 El dolor de una familia que exige justicia
Thiago no era un número. No era una estadística. Era un niño. Con sueños, con inocencia. Con una familia que lo amaba. Con un futuro que le fue robado por una sociedad que se acostumbró al horror.
Su familia hoy reclama justicia. No sólo por Thiago, sino por todas las víctimas de este sistema decadente. Exigen respuestas, pero también un cambio profundo.
🕯️ Desde Radio Murmullo, nuestras condolencias
Desde Radio Murmullo abrazamos con el alma a la familia Correa. Nos unimos al duelo de quienes hoy lloran la pérdida irreparable de un hijo. Y decimos, con el corazón en la mano y la indignación en la garganta:
No fue un accidente. Fue un crimen social. Un crimen político. Un crimen del Estado.
Mientras no cambiemos el paradigma de seguridad, mientras no fortalezcamos la salud pública, mientras sigamos mirando para otro lado, Thiago será apenas uno más en una lista interminable de mártires invisibles.
Nos negamos a eso. Porque los pibes no pueden seguir muriendo en las veredas, en las aulas, en los hospitales.
Que su muerte no haya sido en vano. Que nos despierte. Que nos una. Que nos haga exigir, de una vez por todas, una provincia donde la vida de un niño valga más que una bala.
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